Le pregunté a una niña de seis años:
– Si tu vagina se vistiera, ¿qué prenda se pondría?
– Zapatillas de baloncesto rojas y una gorra de los Mets con la visera hacia atrás.
– Si pudiera hablar, ¿qué diría?
– Diría palabras que empiezen por «V» y por «T». Como tortuga y violín, por ejemplo.
– ¿A qué te recuerda tu vagina?
– A un melocotón oscuro y bonito. O a un diamante que encuentro en un tesoro y que es mío.
– ¿Qué tiene de especial tu vagina?
– En alguna parte de ahí dentro sé que tiene un cerebro muy listo muy listo.
– ¿A qué huele tu vagina?
– A copos de nieve.
(Monólogos de la vagina- Eve Enseler)